Antes de usar el frigorífico

• Lea el manual de instrucciones. Familiarícese con todas las funciones, opciones, medidas de seguridad y consejos de mantenimiento para aprovechar al máximo el frigorifico.
• Instale el frigorífico en un lugar adecuado.  Busque un lugar nivelado, alejado de fuentes de calor y con buena ventilación para garantizar un funcionamiento eficiente.
• Enchufe el frigorífico y espere 24 horas antes de usarlo. Es importante que los gases del compresor se estabilicen para un rendimiento óptimo y una mayor vida útil del aparato.
• Limpie el interior del frigorífico con agua tibia y bicarbonato de sodio. Elimine cualquier residuo de la fabricación y asegure un ambiente higiénico para tus alimentos.
• Ajuste la temperatura. La temperatura ideal para el compartimento frigorífico es entre 4°C y 5°C, mientras que para el congelador se recomienda una temperatura entre -18°C y -20°C.

Uso diario del frigorífico

• Guarde los alimentos de forma adecuada. Cada tipo de alimento requiere una temperatura y condiciones de almacenamiento específicas. Consulte el manual de instrucciones para obtener información detallada sobre la mejor manera de almacenar cada tipo de producto.
• No sobrellene el frigorífico. Deje espacio suficiente entre los alimentos para que circule el aire frío de manera uniforme, lo que garantiza una mejor conservación y evita la formación de escarcha.
• Cierre las puertas bien después de cada uso. Cerrar las puertas correctamente es crucial para evitar la pérdida de frío, la formación de escarcha y el consumo excesivo de energía.
• Descongele el congelador regularmente. La acumulación de escarcha reduce la eficiencia energética del frigorífico. Le recomendamos realizar un descongelamiento periódico para mantener un rendimiento óptimo.
• Limpie el frigorífico regularmente. Utilice un paño húmedo y un detergente suave para mantener el interior limpio e higiénico, evitando la proliferación de bacterias y malos olores.

Consejos adicionales para su frigorífico

• Evite abrir las puertas del frigorífico con frecuencia. Cada vez que se abre la puerta, se produce una pérdida de frío que puede afectar la temperatura interna y el consumo energético. Planifique tus aperturas para minimizar este impacto.
• No guarde alimentos calientes en el frigorífico. Espere a que se enfríen a temperatura ambiente antes de colocarlos dentro de la nevera para evitar la subida de la temperatura interna y el consumo innecesario de energía.
• Descongele los alimentos antes de cocinarlos. Descongelar los alimentos en el frigorífico o a temperatura ambiente es más eficiente y seguro que hacerlo en el microondas.
• No ponga objetos pesados sobre el frigorífico. Evite colocar objetos pesados sobre la nevera para no dañar la estructura o afectar a su funcionamiento.